Vacío existencial
LA SECUENCIA INICIAL DE CORPUS CHRISTI (BO . ZE CIALO, 2019, Jan Komasa) nos introduce en un taller en el que trabajan unos jóvenes. Cuando el encargado abandona el lugar, tres de ellos imprimen un castigo corporal a otro mientras Daniel (Bartosz Bielenia) se encarga de vigilar. Komasa nos presenta al personaje principal de la película en primer plano, cómplice de un abuso. Estamos en un reformatorio y los jóvenes, a pesar de la violencia que hemos presenciado y aquella que en otros momentos se percibe en las conversaciones, llevan a cabo un trabajo religioso/espiritual en el que Daniel destaca: desea convertirse en sacerdote; sin embargo, debido a las leyes polacas, no podrá serlo. Cuando abandona el reformatorio, camino de un trabajo en un aserradero, acabará en una pequeña localidad en la que se hará pasar por sacerdote.
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