ASALTO A LA COMISARÍA DEL DISTRITO 13 (1976) John Carpenter |
AUNQUE SU PUESTA DE LARGO OFICIAL SE HABÍA producido tres años antes con Dark Star, el verdadero debut como director de John Carpenter llegaría en 1976 con Asalto a la comisaría del distrito 13. No solo porque, al contrario que su teórica ópera prima, en realidad un proyecto estudiantil realizado al alimón con Dan O’Bannon y concebido originalmente como mediometraje, Asalto a la comisaría del distrito 13 fue planteada desde el inicio como un largo en el que su polivalente realizador acabaría asumiendo, además, el guion, la música y el montaje, lo que pone de relieve su control y responsabilidad sobre el fruto resultante; sino, sobre todo, por su condición de auténtica carta de presentación del novel cineasta. Toda una declaración de principios en la que, con una madurez inusitada viniendo de un realizador que aún no había entrado en la treintena y afrontaba con ella su segunda película, son sintetizados no pocos de los ingredientes que en adelante acabarían por constituirse en figuras de estilo del cine carpenteriano. Entre ellos podemos mencionar la habilidad para la creación de atmósferas, el tratamiento del espacio escénico, la característica (y minimalista) banda sonora a base de sintetizadores o la asimilación a todos los niveles de ciertos parámetros de la Serie B clásica.
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