El director de Inland Empire fue uno de los primeros cineastas en entender las posibilidades expresivas que ofrecía Internet, además de ser una fuente de ingresos suplementarios con el merchandising inspirado en su obra para cine y televisión. Precisamente Inland Empire fue concebida inicialmente para ser vista solo en su web, aunque al final, tras su paso por la Mostra de Venecia, sería exhibida en salas comerciales. Con la ayuda del futuro realizador Eli Roth, entre otros, diseñó su propia página web (www.davidlynch.com), activada el 10 de diciembre de 2001 y a la que se podía acceder previo pago de un abono mensual de 9,97 dólares. La web ya no es operativa y, en los últimos años, se limitó a vender DVD’s, discos y otros productos de Lynch, bien lejos del laboratorio de trabajo en el que se convirtió en sus inicios, con la serie de imagen real Rabbits y la de animación flash Dumbland, una docena de cortos y experimentos audiovisuales, el diario del festival de Cannes de 2002, un talk radio de su hija Jennifer Lynch, varias instalaciones y sus celebrados partes meteorológicos diarios de la zona de Los Ángeles desde 2005. En 2006 lanzó con su propia compañía editora, Absurda, lo que él mismo calificó con ironía como un grandes éxitos de su web, el DVD «Dynamic: 01- The Best of Davidlynch.com».
Finiquitada la página web, Lynch no ha salido para nada de Internet y se ha desplazado a Youtube, donde realiza desde hace unos meses buena parte de lo que hacía en la web. La suscripción es gratis y Youtube le asegura más visitas. Pero no son obras ni presencias aleatorias. Lynch las ha dotado de un cuerpo específico, de una seña de identidad totalmente acorde con sus últimas experiencias en el campo de la pintura y la fotografía. El canal se llama «David Lynch Theater», y el logo nos aproxima rápidamente a los paisajes más hipnóticos, oscuros y abstractos del artista: lo más parecido al teatrillo de Cabeza borradora, también en blanco y negro, combinado con una pieza musical que está a medio camino de Angelo Badalamenti y de los pasajes ambientales compuestos por el propio Lynch y un movimiento de cámara hacia el fondo del teatrillo, hacia el interior de otro agujero.
Es el lugar idóneo para desarrollar sus actuales experimentaciones con imagen, sonido y música, y, a la vez, documentar su vida día a día: una forma distinta, más próxima al blog personal, de entender la cotidianidad del artista, algo que era esencial en la web. La joya de la corona del «David Lynch Theater» es, por el momento, The Spider and the Bee, doce inquietantes minutos en plano fijo, solamente alterados por leves síncopes musicales electrónicos y sacudidas en forma de fracturación de la imagen, correspondientes al tiempo que tarda una araña en envolver pacientemente a una abeja en su tela y acabar con su vida.
Junto al parte diario del tiempo, playlist varias, videos con entrevistas, la recuperación de Rabbits, la serie «What Is David Working On Today? » (donde le vemos en su taller construyendo un espejo o un tarro de cristal) y un enlace con la tienda de merchandising, llamada ahora «Studio: David Lynch», están disponibles breves cortos como The Mystery of the Seeing Hand, en el que su relación con Salvador Dalí queda más evidenciada que nunca (un ojo incrustado en la palma de una mano vuela frente a un telón negro y un huevo cobija en su interior extrañas criaturas y formas); The 3Rs, una aparente lección escolar numérica que deriva hacia la negación de la infancia con la imagen de un pato de goma cuya cabeza es cercenada por unas grandes tijeras, y The Adventures of Alan R., dos motivos visuales muy suyos (la cabeza medio descompuesta hecha con pavo y un suelo que recuerda a los de Cabeza borradora y Twin Peaks) en clave cómica y, posiblemente, en homenaje a Alan R, Splet, su magnífico diseñador de sonido en Cabeza borradora y Terciopelo azul, entre otras.
Este teatro digital de los tiempos modernos ha recuperado un corto de animación realizado en 2015, Fire (PoZar), con dibujo minimalista y tenebroso del propio Lynch, animación a cargo de Noriko Miyakawa (asistente de montaje en Twin Peaks 3) y música de Marek Zebrowski (autor de la música adicional de Inland Empire, además de haber grabado con Lynch el disco de 2007 «Polish Night Music»): el origen del hombre, y su mutación en distintas especies, con un fondo de música electro-acústica de vanguardia y una danza final ejecutada por una especie de ciervos a dos patas con ramas retorcidas de arbustos en lugar de cornamentas. En casi todos ellos, Lynch ha regresado al blanco y negro.
Quim Casas