SPACE FORCE

en Streaming/TV por

Tropas en la Luna

La serie parte de una megalómana idea expuesta por Donald Trump, pero no funciona con la precisión y humor de otros trabajos de sus creadores.


Space Force reúne a los dos artífices de la versión estadounidense de la serie The Office, Steve Carell, su actor protagonista y ocasional realizador, y Greg Daniels, el encargado de adaptar la miniserie original de Ricky Gervais, producirla, escribirla y dirigir trece episodios. En Space Force el reparto de funciones está más equilibrado. Es una serie creada, escrita y producida por los dos, con Carell de nuevo como principal protagonista y sin ningún episodio realizado por él o Daniels. El control a medias desde la mesa de mandos. Más allá de este equilibrado reparto de funciones, el resultado no está al mismo nivel que el de The Office pese a tener un punto de partida ideal para la socarronería de los dos autores y para la comicidad de Carell.



De hecho, el alucinante tema que baraja Space Force es bien real: con ese nombre bautizó el ínclito Donald Trump la creación de una rama militar dispuesta a colaborar en la conquista del espacio. Lo dijo en 2018, han pasado dos años y de momento no hay noticias de que el Pentágono haya mandado soldados de infantería ni marines a cavar trincheras en Marte o Saturno, y la serie, limitada en su arranque, salvaje en su primer desarrollo y carente de ritmo poco después, demuestra a través de la parodia que esa es, de momento, una misión imposible hasta para Trump.

Según Carell y Daniels, el proyecto es mandar tropas armadas a la Luna para ocuparla en 2024, así que aún hay tiempo. En la secuencia de apertura del primer episodio, al personaje encarnado por Carell, Mark Naird, le están otorgando las cuatro estrellas en su rango de general. En la sala apenas hay una decena de personas incluyendo a su familia. Su hija le recuerda que cuando le concedieron las tres estrellas, un nivel inferior, hubo cien invitados y una banda de música. Naird le contesta que es una cuestión de presidentes. A Trump no se le cita, pero a Carell se le entiende.

Tras una elipsis de un año, la acción se instala en una base secreta en Wild Horse, Colorado, a la que se accede como si fuera un episodio de Superagente 86, personaje también llevado al cine por Carell. En el tránsito temporal, todo parece que ha evolucionado según lo normal menos un detalle: la esposa de Naird está en la cárcel y no sabemos por qué. Es una buena forma de mantener una ventana de interés abierta para cuando la acción en la base queda estancada. Carell y Daniels acuden rápidamente a la colectividad, a lo coral, aunque Naird sigue siendo la figura central y determinante tanto en su osadía como en su manifiesta estupidez.



En un claro guión de sitcom, aparecen el ayudante que nunca avisa al general de que alguien le espera en su despacho, el físico encarnado por un John Malkovich más estoico de lo acostumbrado, un maestro de las redes sociales que ejerce de consejero mediático del protagonista y los científicos de distintas procedencias y latitudes cuyos conocimientos siempre entran en colisión con la jerarquía y las ideas absurdas de Naird. El episodio dos, centrando en las evoluciones del chimpancé de una nave estadounidense que debe reparar los daños en un satélite boicoteado por los chinos, tiene bastante gracia, y Carell goza de varios momentos de esplendor, pero Space Force se desinfla y quizá Trump ni llegue a saber de ella.

Quim Casas


USA, 2020. T.O.: «Space Force». Creadores: Steve Carell y Greg Daniels. Intérpretes: Steve Carell, John Malkovich, Ben Schwartz, Diana Silvers, Noah Emmerich. DISPONIBLE EN NETFLIX