Tumbas no frecuentadas
Terrence Malick deja atrás el abstraccionismo narrativo que caracterizaba a su trilogía sobre la levedad del amor y la muerte para abrazar la concreción con Vida oculta, presentada en la sección oficial del último Festival de Cannes. Un trabajo que incide, como no podía ser de otra manera, en las obsesiones del cineasta tejano corporeizadas en la figura de Franz Jägerstätter, un objetor de conciencia que rehúsa al nazismo en el comienzo de la II Guerra Mundial.
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