La paloma que me amó
NO PUEDO DEJAR DE PREGUNTARME CÓMO un cortometraje de narrativa tan sencilla, y con tantas deudas con el humor físico de la animación clásica de la Warner, como Pigeon: Impossible (Lucas Martell, 2009), ha dado pie a una parodia bondiana tan ambiciosa, y al mismo tiempo tan convulsa y tan cargada de ideas y de giros argumentales, como Espías con disfraz (Spies in Disguise; Troy Quane, Nick Bruno, 2019).
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.