38ª Edición del TERROR MOLINS

en Blog/Más información por

Del 8 al 17 de noviembre, Molins de Rei acogió la trigésimo octava edición de su veterano Festival de Cine de Terror, presidia por el surrealismo –no en vano abrió Un chien andalou, seguida de la poco convincente In The Trap (Italia; Alessio Liguori). En su línea favorable a nuevos realizadores y a un cine de presupuesto ajustado, también este año la programación ha reservado sorpresas apreciadas por un público fiel, algunas provenientes del Festival de Sitges. Mejor largo y mejor actriz (Krista Kosonen) para Dogs Don’t Wear Pants (Finlandia y Letonia; J.–P. Valkeapää), film de sentimientos crípticos y minimalista en torno a una relación sadomaso entre un viudo reciente y una dominatrix; no convenció a todos. Mejor director, Oscar Martín, y mejor actor, Javier Botet, por la española Amigo, demoledor y claustrofóbico retrato de una amistad envenenada por el rencor y la amargura debido a un accidente en que uno deja inválido al otro. Mejor guión –y premio del público–, Come to Daddy (Canadá, Nueva Zelanda, Irlanda y EE.UU.; el neozelandés Ant Timpson), con Elijah Wood, moderadamente divertida. Mejores efectos especiales y maquillaje, The Divine Fury (Corea, Kim Joo-hwan), bizarra combinación de El exorcista y artes marciales. Mejor banda sonora –Steve Moore–, Bliss (USA, Joe Begos), delirante reflexión en torno al infierno interior que una joven pintora ha de cruzar, drogas mediante, en plena crisis creativa y monetaria. Pero no se consideró la excelente Gwen (Reino Unido, William McGregor), cruel relato realista de caciquismo rural en el Gales del XIX, con superlativa interpretación de la joven Eleanor Worthington-Cox. Resultó lenta y trasnochadamente setentera en sus recursos y discurso la turca The Antenna (Orçum Berham), metafórica y ácida crítica al dominio de Erdogan. También de moderado interés fue Tone-Deaf (USA, Richard Bates, Jr.), y menos acertadas Koko-di Koko-da (Suecia; Johannes Nyholm), y Sator (USA, Jordan Graham). Mejor cortometraje, The Third Hand (Reino Unido; Yoni Weisberg), con mención para Het Juk (Canadá; Nico Van Den Brink). En la sección «Being Different », despuntó, A Good Woman Is Hard To Find (Reino Unido, Bélgica; Abner Pastoli), y premio del público, con buena labor de Sarah Bolger, que asistió. Zombiosi (Cris Gambin, Toni Pinel) fue mejor corto en la nueva sección Curts Ç, que promociona los cortos catalanes. Cerró sobrecogedoramente El monstruo de St. Paoli (Alemania; Fatih Akin), atroz y tan sórdido como valiente retrato del asesino de mujeres Fritz Honka, en el Hamburgo de 1970. Contribuyeron al ambiente cinéfilo las secciones «Retrospectiva» (Berberian Sound Studio, con posterior coloquio asistido por su director, Peter Strickland; Terciopelo azul; Santa sangre; y Dracula: Pages from a Virgin’s Diary); «Movistar» [(destacadas The Dark (Austria) y Extra Ordinary (Irlanda, Bélgica)]; «Rareses» [Dementia (John Parker); Martin [Romero]; y The Wicker Man (Robin Hardy), entre otras], y Peeping Tom –este año los festivales invitados fueron DOCSBARCELONA y el FICGLB; el primero presentó el documental La promesa (Alemania); el segundo, nueve cortos. Se homenajeó a Paul Naschy con Latidos de pánico. Hubo libro oficial: «La mirada surrealista». El certamen cerró con las tradicionales doce horas.

Ignasi Juliachs

Portada: «Dogs Don’t Wear Pants», de J.-P. Valkeapää.