Razones para una celebración

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Mucho ha llovido desde que en 1972 Edmond Orts fundara y dirigiera «Dirigido por…», una revista de cine que, bautizada extraoficialmente por Jaume Figueras (quien sugirió titularla «Directed by…»), y con el apoyo gráfico de Manuel Ferrer Salvador, nacía con la pretensión inicial de ofrecer estudios monográficos sobre realizadores. Una revista que, en su etapa inmediatamente posterior, bajo la dirección de Enrique Aragonés y gracias al soporte financiero de Publicaciones Fabregat, y con la coordinación, en distintos períodos, del propio Aragonés, de Tomás Delclós, de Mirito Torreiro y, sobre todo, de José María Latorre, el coordinador más influyente y duradero entre los años 1982 y 2011 (hasta que tomó el relevo un servidor), y actualmente con Carles Balagué como presidente y principal accionista, ha ido rediseñando y ampliando sus contenidos, de manera que, sin perder de vista los estudios y dossiers sobre cineastas, y también sobre géneros y otras temáticas, que han sido y siguen siendo el tronco central de la revista, fue incorporando nuevas secciones, tales como críticas de los estrenos de actualidad, crónicas de festivales, comentarios de films emitidos por televisión, y secciones de banda sonora y de libros de temática cinematográfica.



A lo largo de 500 números, publicados a razón de once anuales, la evolución de la revista ha corrido pareja con la del propio cine. Desde 1972 y hasta el momento actual, y sin perder de vista el cine del pasado, desde el (mal llamado) cine del Hollywood clásico hasta los grandes nombres del cine europeo y asiático, «Dirigido por…» supo, al mismo tiempo, tomarle el pulso al cine contemporáneo. También se crearon, paralelamente, hasta dos colecciones de libros, que contribuyeron notablemente a engrosar la bibliografía cinematográfica española con una erudición y solvencia pocas veces vista en nuestro país: la colección Serie Mayor, diez grandes volúmenes dedicados a analizar en profundidad el cine negro, Luchino Visconti, Orson Welles, Alfred Hitchcock, el cine fantástico, John Ford, el cine de aventuras, Howard Hawks, Stanley Kubrick y David Lean; y la colección Programa Doble, 47 pequeños libros comentando exhaustivamente dos películas en cada uno. Y, demostrando una amplitud de miras carente de prejuicios, impulsó la creación de otra revista de cine más popular, menos erudita pero no por ello menos rigurosa, enfocada hacia un público cinéfilo más joven (¿los futuros lectores de «Dirigido por…»?): «Imágenes de Actualidad», publicación más ligera y dinámica que el pasado mes de abril celebró su n.º 400.



Andando el tiempo, «Dirigido por…» ha modernizado sus contenidos mediante la incorporación de críticas de películas editadas/ estrenadas en lo que se conoce como formatos domésticos o formatos físicos (antes VHS, luego DVD, ahora Blu-ray). El boom de las series de televisión de estos últimos años, y la implantación irreversible de las plataformas de streaming ofreciendo diversidad de producciones, han acabado ocupando un lugar destacado en la publicación, que ha sido sensible a los cambios en el gusto del público, y también a sus cambios en materia de consumo. Ya hace mucho tiempo que el cine dejó de verse únicamente en salas, y cerrar los ojos ante una realidad tan apabullante como la actual proliferación de dispositivos de reproducción y visionado de contenidos audiovisuales sería una necedad. Pero el cine no ha muerto, ¡larga vida al cine!, sino que, sencillamente, como en aquella célebre afirmación de Albert Einstein sobre la energía, ni se crea ni se destruye: se transforma. Quizá seguir hablando de «cine» para referirnos a lo que hasta ahora hemos conocido como tal empiece a ser un concepto obsoleto. Quizá tendríamos que hablar, más bien, de lenguaje o de cultura audiovisual, dentro de lo cual englobaríamos, con sus propias señas de identidad, el cine, la televisión, los videoclips, los videojuegos y el videoarte.

500 números han dado para mucho. Y la revista no habría sido lo mismo (ni, probablemente, habría durado tanto) sin la extraordinaria plantilla de colaboradores que han nutrido sus páginas a lo largo de tantos años, ganándose el favor de un importante cupo de lectores que se han mantenido fieles a nuestra publicación desde sus inicios o, así queremos pensarlo, gracias también a nuevas generaciones de lectores que se han ido incorporando al placer de leer sobre cine, el de ayer, el de hoy y el de siempre, con la esperanza, siempre renovada, en un arte, el del cinematógrafo, inagotable por naturaleza. A todos ellos, colaboradores y lectores, muchas gracias. ¡Y volvemos en el próximo número!

Tomás Fernández Valentí

Coordinador de «Dirigido por…»