HABRÁ SANGRE, ES LA TRADUCCIÓN PRECISA del título original, There Will Be Blood, de Pozos de ambición (2007), de Paul Thomas Anderson, inspirada en Petróleo (1927), de Upton Sinclair (en concreto, en sus doscientas primeras páginas, algo más de un tercio de su extensión). Un título que ya indica la sutileza de la equivalencia que en el film se establece entre el fanatismo religioso y la avaricia económica, entre ambas teleologías y dinámicas. Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis), cuyo apellido puede traducirse como visión llana (irónico en alguien que tiene una noción vertical de la vida), en su propósito de conseguir el apoyo para sus proyectos económicos y edificar su imperio petrolífero, utiliza parecidas mañas, persuasivas o sugestionadoras, a las del mejor de los predicadores para conseguir sus prosélitos y edificar su iglesia.
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