En lo salvaje
Debra Granik debutó en 2014 con la notable Down to the Bone y tardó seis años en volver a ponerse tras las cámaras con la igualmente reseñable Winter’s Bone (2010). Después, un documental, Stray Dog (2014), hasta la realización de su tercer largometraje de ficción, No dejes rastro (Leave No Trace, 2018). La primera no llegó a estrenarse en salas de nuestro país, la segunda tuvo cierta resonancia, pero más bien residual, y la tercera llega en formato doméstico –tanto físico como digital–. Una breve trayectoria y espaciada en el tiempo que dan habida cuenta de una cineasta de gran interés.
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.