Dentro de la ingente y brillantísima producción llevada a cabo por la cinematografía británica después de la Segunda Guerra Mundial, el cine negro (que ya se hallaba en un estado de avanzada madurez en Estados Unidos) se convertiría en uno de los géneros más recurrentes del periodo. Y Basil Dearden destacaría por ser uno de los autores que con mayor regularidad lo abordaría, hasta el punto de que una gran parte de su obra durante los años cincuenta y sesenta se hallaría circunscrita, asumiendo variaciones y personalizaciones, dentro de este campo cinematográfico, al cual ofrecería piezas tan brillantes como El farol azul o Crimen al atardecer.
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.