Las discusiones pretéritas y modernas sobre el problema de la violencia en el «western» europeo no son ejercicios de análisis cinematográfico. Son ejercicios, en unos casos, de diagnóstico cultural, mientras que en otros, los más habituales, se trata de interpretaciones –como diría Susan Sontag, reaccionarias, impertinentes, cobardes y asfixiantes– del sentido de dicha violencia, sometida a los dualismos de la filosofía tradicional, racional y positivista. |
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.