Aunque su figura suele estar asociada al fantástico, género en el que se inscriben la mayoría de sus mejores trabajos, Antonio Margheriti también incursionó en los terrenos del spaghetti-western. Lo hizo en seis ocasiones, a las que cabe sumar su labor al frente de los efectos especiales de ¡Agáchate, maldito! (Giù la testa, 1971, Sergio Leone). Si bien su contribución carece de la importancia de la de Leone, Corbucci o Sollima, su interés radica en el eclecticismo del que hacen gala todas y cada una de sus propuestas, y que las alejan de los convencionalismos a los que pudieran parecer abocadas en un principio. |
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.