Perfeccionista, exigente, meticuloso, son algunos de los adjetivos con los que colaboradores y conocidos definen la personalidad de Sergio Leone, quien con Por un puñado de dólares/Per un pugno di dollari (1964) y La muerte tenía un precio/Per qualche dollaro in più (1965), sus dos primeras incursiones en el género, otorgó carta de naturaleza al denominado spaghetti-western. Una paternidad estilística que, no obstante, el cineasta romano rechazó de forma categórica en los siguientes términos: «Soy el padre, sí, pero de un montón de hijos de puta». |
Contenido reservado para suscriptores. Para acceder al contenido haz el login siguiendo este link: LOGIN.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.
Para ingresar como nuevo miembro sigue este link: NUEVO MIEMBRO.