La transfiguración de la televisión
En 1990, con la emisión de Twin Peaks, Lynch reinventó la televisión. Hace tres meses, con los cuatro primeros episodios de la nueva temporada, aseguramos que Lynch se había reinventado a sí mismo y con ello, lógicamente, había dado otra vuelta de tuerca a la serialidad televisiva. ¿Qué nos queda por decir tras siete episodios más en los que conceptos más o menos ortodoxos como trama, subtrama, espacio, tiempo, temporalidad, género, intriga, gag o absurdo han quedado pulverizados? Habrá, de nuevo, un antes y un después en la historia de la televisión tras el octavo episodio, en particular, y Twin Peaks 3, en general.
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