Banda sonora

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«¡Mira, nos vamos al Brasil…!» Con esa frase pronunciada por Isabel Garcés se inició un programa de Cine de Barrio en el que TVE proyectó con muy buen criterio unas semanas antes de la Olimpíada de Río 2016 Marisol rumbo a Río, la mejor película de esa persona admirable, tanto en su faceta popular como política y personal llamada Pepa Flores cuando era Marisol, que goza de un retiro voluntario en el que ha dado muestras de su discreción, dignidad y coherencia. La consideración viene a cuento no solo por los exteriores, insólitos en la época, rodados en la capital de Brasil, como por el hecho de ser una de las mejores bandas sonoras creados por ese músico catalán llamado Augusto Algueró, tanto por sus canciones como por su ballet y la espléndida música dramática final en la escena del Cristo del Corcovado. En la entrevista que le hice en su momento al compositor explicó con detalle las circunstancias en que se creó la música y el Ballet del «Sueño de Marisol» con las dificultades técnicas de la época. Y pasemos a más notas de actualidad, como la presencia de Alfons Vilallonga, el músico de Blancanieves, en el pasado Festival Grec de Barcelona con el espectáculo «La note d’à coté»; la asistencia en el próximo Fimucité de Tenerife de los músicos españoles Óscar Navarro y Federico Jusid; la emisión en TV3 el pasado 14 de julio del musical de Dagoll Dagom «Mar i Cel» de Albert Guinovart y Angel Guimerà, grabado en directo en el Teatre Victoria de Barcelona, donde la única canción trascendente es la que cierra el primer acto, «Les veles s’inflarán…», que es el leitmotiv final; Infierno azul tiene una partitura de Marco Beltrami resuelta con sintetizador y una parte orquestal; el alemán Gert Wilder Jr., hijo del compositor alemán del mismo nombre autor de films comerciales, es el autor de La clase de esgrima, film estonio con música muy acertada para describ ir las competiciones; la coincidencia en la cartelera de dos films de Ennio Morricone La correspondencia y el estreno tardío de Black Angel; la última moda del Canal 13 de cortar los títulos de crédito en films como Tarzán el justiciero y El León de San Marcos; la presencia de un Santiago Segura muy incómodo como presentador en los III Premios Platino donde el vencedor a la mejor música fue Nascuy Linares por El abrazo de la serpiente, teniendo como rivales a Alberto Iglesias por ma ma, Lucas Vidal por Nadie quiere la noche, Federico Jusid por Magallanes y Pascual Reyes por Ixcanul; la presencia de Marc Vaillo en Secuestro con una partitura que no está a la altura del proyecto; de un asombroso Alexandre Desplat, siempre diferente e innovador en Mascotas, donde se atreve ahora con los dibujos animados con algo de jazz; de Fernando Velázquez con una partitura perfecta, llena de acción y aventuras en Zipi y Zape y la Isla del Capitán, con títulos finales a lo John Williams; la espléndida música de James Newton Howard en El caso Fischer, sobre todo en la que describe el movimiento de las piezas por los jugadores; de Arnau Bataller en El elegido, que juzgaría como la mejor que ha escrito hasta la fecha; el descubrimiento de Daniel Hart en Pedro y el dragón; y de un estupendo Vicente Ortiz Gimeno en Cuerpo de élite.

Joan Padrol