Caballo de madera
RECONOZCO QUE LA ESCENA QUE MÁS ME INDIGNÓ en un primer visionado de El último rey es a la que más valor he acabado encontrando. En ella, dos fieles al rey de Noruega juegan con el heredero del trono (un bebé que asegura la continuidad en la corona) refugiados en una cabaña, al calor de un fuego y con un caballito de madera como juguete. La escena se alarga más de lo que sería necesario en tanto los juegos con el infante dotan de un intimismo del que el resto del film carece; ese tipo de escenas que o la eliminas o la incluyes entera porque cortarla rompe su magia. Dicho en otras palabras: esa escena rebosa una verdad que el resto del film solo posee por los hechos históricos que narra.
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