Banda sonora

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En el número anterior, y por los habituales problemas de espacio, no pude consignar con más detalle el material tan moderno y sugestivo que había en el triple álbum «Las 50 mejores canciones del cine». En el primero, dedicado a las bandas sonoras, había fragmentos de Black Hawk derribado,Orgullo y prejuicio, Carros de fuego, American Beauty (un clásico contemporáneo), El último emperador, El discurso del Rey, Van Helsing o Una mente maravillosa; en el segundo, dedicado a las canciones, no había melodías atemporales como «Moon River» o «Love is a many-splendored thing», sino canciones mucho más actuales que aparecen en las películas El diario de Bridget Jones, Shrek, el «Calling you» de Bagdad Cafe, Boogie Nights, Fiebre del sábado noche, Pulp Fiction o Full Monty; y en el tercero, dedicado a la música clásica empleada en el cine, había también el «Adagio» de Samuel Barber de Platoon, el «Intermezzo» de Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni de El Padrino III, fragmentos de Mozart de Amadeus y Alien, la «Barcarolle» de Offenbach de Los Cuentos de Hoffman en La vida es bella o «El viaje de Sigfrido por el Rhin» de El crepúsculo de los dioses de Richard Wagner en Excalibur. Como decía tres álbumes completísimos y que se apartan por completo de lo más trivial publicado con anterioridad.

Más noticias: felicitamos cordialmente a Manel Gil-Anglada por haber ganado el Silver Medal Winner Outstanding Achievement «Original Score» por la banda sonora de EVO en los Global Music Awards; Federico Jusid sigue trabajando tanto en su país de adopción como en su Argentina natal como lo prueba la partitura de Capitán Kóblic (¿cuándo aparecerán por fin regularmente discos con sus bandas sonoras?); igual podríamos decir de Lucio Godoy, el músico de Mi panadería en Brooklyn, una banda sonora de comedia muy extensa que recuerda por momentos La vida es bella de Piovani y la canción española de Eurovisión «Y sólo tú»; el nepotismo se apunta otro tanto en el cine francés con la banda sonora del film Grandes familias de Jean-Paul Rappeneau firmada por Martin Rappeneau; y sin dejar el cine francés el interesante Gregoire Hetzel, finalista al César de este año por la partitura de Tres recuerdos de mi juventud, volvía a firmar la música del film Un amor de verano, también presente en los César en dos categorías de interpretación; finalmente, el pase matinal en la 2 de TVE de Viaje de novios (comedia muy poco vista en nuestras televisiones) de León Klimowsky, tenía el aliciente de que su banda sonora estaba firmada y era una de las pocas partituras compuestas para el cine por el gran director de orquesta español Odón Alonso, resuelta con variaciones de la «Marcha nupcial» de Felix Mendelssoh y unas voces corales femeninas, insólitas y muy curiosas, como montaje para unir las secuencias.

Joan Padrol